Con la mayoría de Morena y el rechazo de la oposición al considerar que no existió una causa grave, el pleno del Senado de la República aceptó la renuncia que presentó Alejandro Gertz Manero como fiscal general de la República para ser embajador en Alemania.
Luego de casi seis horas de incertidumbre, tiempo que tomó a Gertz Manero dimitir, alrededor de las 6:00 de la tarde de este jueves el pleno senatorial recibió la carta de renuncia.
“Hago de su conocimiento que la titular del Poder Ejecutivo Federal, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, me ha propuesto como Embajador de México ante un país amigo, lo cual se está tramitando en este momento. Dicha propuesta me va a permitir la posibilidad de continuar sirviendo a mi país, en una nueva tarea que me honra y que agradezco; ratificando así mi vocación de servicio público de tan larga trayectoria; razón por la cual, a partir de esta fecha y con todos los efectos legales que correspondan, me estoy retirando de mi actual cargo como Fiscal General de la República”, dijo el saliente fiscal.
La presidenta de la mesa directiva del Senado, Laura Itzel Castillo, pidió al pleno una votación para saber si el asunto se consideraba de urgente resolución.
Se emitieron 87 votos en favor de senadores de Morena, PT y PVEM, y 9 en contra de la legisladora panista Lilly Téllez, y de los priistas Manuel Añorve, Claudia Anaya, Pablo Angulo, Anabell Ávalos, Melly Romero, Cristina Ruiz, Paloma Sánchez y Rolando Zapata.
La senadora priista Claudia Anaya alertó que Gertz formalmente no renunció, sino que se separó para buscar ser embajador.
“Gertz, siendo un zorro como es, se va pintándole un dedo en la cara a Morena porque se siente doblegado en esta presión política que evidentemente le hicieron”, sentenció.
En tribuna, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, afirmó que los argumentos que esgrimió Gertz en su misiva, como aceptar una embajada, no es una causa grave para separarse del cargo, como establece el artículo 102 de la Constitución, que señala: “el Fiscal General podrá ser removido por el Ejecutivo Federal por las causas graves que establezca la ley”.
En el mismo sentido, el panista Raymundo Bolaños resaltó que el artículo 24 de la Ley de la Fiscalía General de la República establece que la renuncia solamente procederá por causa graves determinadas por el Senado, por lo que cuestionó que la mayoría de Morena sustente que aceptar una embajada es una causa grave.
“El riesgo es que la renuncia no sea el cierre de un ciclo, sino la apertura de un nuevo capitulo de control político con un fiscal cómodo, de cuota, obediente”, planteó.
Luis Alfonso Silva Romo del PVEM pidió cordura a la oposición, pues cuestionó si debe respeta la literalidad de lo que dice la ley, a pesar de que Gertz ya no desea estar en el cargo, o dar paso a alguien que esté al frente de la procuración de justicia en el país.
El coordinador del PRI, Manuel Añorve, sostuvo de la decisión de Gertz no es una renuncia, sino un manotazo con el sello autoritario del gobierno de Morena.
“Aquí lo que estamos viendo es un fiscal renunciado para abrir paso a un fiscal a modo, a alguien moldeado a la medida del régimen, que no incomode, que no investigue”, señaló.
Lizeth Sánchez del PT afirmó que la renuncia no altera el funcionamiento de la FGR, y no pone en riesgo su independencia porque la fiscalía no se detiene, ya que los peritajes continúan.
El morenista Enrique Inzunza argumento que Gertz asumió el cargo el 18 de enero del 2019 y colocó la primera piedra de una etapa de autonomía para la FGR, por lo que no se le debe negar la renuncia.
En la votación para aceptar la renuncia de Alejandro Gertz Manero, se emitieron 74 votos en favor y 22 en contra. Ahora el Senado deberá emitir la convocatoria para nombrar a una persona como nuevo fiscal general de la República.
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